24 de mayo de 2009

Eternamente: Capitulo 3 - La noche es joven

Después del postre, nuestros padres charlaban animadamente en la otra punta de la mesa, parecía que aquello iba a durar mucho. Jim nos invitó a acompañarle al salón pequeño y dejar así a los padres, y estar nosotros más tranquilos. La sala tenía una barra y varios sillones, nos acomodamos y nos servimos unas copas. Fue donde reencontré aquellos ojos, mientras me tomaba mi copa y los escucha hablar a los chicos sobre deporte, yo no podía dejar de mirarle. Violeta que estaba sentada a mi lado, me dio un pequeño codazo y me dijo que estaba soltero y comenzó a reírse. Todos se giraron, yo estaba colorada y acalorada y ella no paraba de reírse. El sonrió y volvió a su conversación. Yo necesitaba salir de allí, de aquella casa… no me lo pensé y me levanté, y justo cuando estaba al lado de la puerta de la casa, una mano se posó sobre la puerta impidiéndome salir. Me di la vuelta y era él.
- Celia, ¿a donde vas? ¿ya nos abandonas, tan pronto? No me ha dado tiempo a hablar contigo.
- Bueno… yo solo iba – que le decía ahora, resulta que quería hablar conmigo - …yo iba a salir a que me diera un poco el aire.
- Entonces ¿volverás? – Su tono fue como una orden, pero tan dulce.
- Sí, dame cinco minutos.
- Entonces te dejo pasar, solo cinco minutos o vengo por ti.
Se volvió riéndose para la sala. Yo me quedé allí, ni siquiera abrí la puerta, estaba paralizada, lo había tenido tan cerca y olía tan bien, y su sonrisa era tan perfecta y esos ojos, eran profundos y cautivadores.

No podía quitármelo de la cabeza, y apareció Alice y me hizo pisar la tierra. Que chica tan agradable, era de la edad de Ronnie, era tan dulce, y hablando con ella me encaminé de nuevo a la sala. La reunión parecía haberse enfriado todos estaban sentados menos Robert y Jim que charlaban en la barra del bar. Jim llamó mi atención y me dirigí hacia él.
- Celia, ¿conoces a Robert?
- Bueno me lo acabas de presentar hace una hora, no me ha dado tiempo Jim, - le dije con una sonrisilla.
- Rob, es un tipo genial, esta trabajando ahora en un estudio de fotografía, le encantan las fotos. Yo le he dicho mil veces que las lleve a alguna galería, pero no me hace caso. Deberías ver su trabajo, Celia.
- Jim que estoy aquí, - Robert comenzó a reírse.
- Pues si eres tan bueno como dice, me encantaría que me mostrases tu trabajo.
- Rob, ¿cuándo estás aquí? Podemos quedar en la cafetería de tus padres.-
- Pues la semana que viene estoy aquí, cualquier día, porque estaré ayudando a mis padres con algunas cosas de la cafetería.
- Rob te parece bien el miércoles, estaremos sobre las 7.
- ¡¡¡Hola Jim!!! pregúntame cuando quieras – dije en tono irónico.
- Puedes, verdad, ¿di que sí? – asentí.
- Entonces el miércoles os veo por allí.

Se acercó Violeta, y Jim cambio de tema y se puso a hablar de películas con Robert. Violeta venía a comentar que estaría bien dar una vuelta por algún local de la ciudad donde se pudiera bailar. Jim se hizo el sordo y casi la ignoró. Pero a mí me apetecía, así que cogí a Violeta y le dije a Jim que nosotras nos íbamos al ‘SoSo CLUB’, les di las indicaciones por si querían venirse. Antes de salir nos retocamos un poco el maquillaje.

Fuimos en mi coche puesto que ella se había venido con Robert en su coche, un Audi A4 azul intenso. Se encontraba aparcado justo a la entrada, frente al mío. Nos montamos en el coche y me dirigí al club. Entramos sin problemas y echamos un vistazo, estaba bastante lleno, nos colocamos al final de la sala, cerca de la pista de baile, en aquellas sillas altas. Nos pedimos otra copita, yo algo sin alcohol. Violeta era genial, tenia mil temas de conversación, cuando pusieron salsa ya ninguna de la dos nos pudimos resistir y salimos a la pista a bailar. Se nos acercaron muchos chicos, unos más moscardones que otros, pero nosotras nos lo estábamos pasando pipa. No nos cansábamos de bailar. Pero o parábamos y tomábamos algo o nos tenían que sacar en camilla de allí. Algunos chicos se ofrecieron a invitarnos, pero conociendo el mundo de la noche, optamos por pasar y pedirlo nosotras mismas. Nos volvimos a sentar y entonces en medio de aquel mogollón de gente reconocí a Jim. Le hice señas y se acercó, venia el solo. Se sentó con nosotras y nos dijo que Robert y Mike habían ido a otro bar. ‘Night club’, estaba situado al este de la ciudad y era un club muy selecto, no todo el mundo entraba allí, yo solo había ido una vez y porque fui con un amigo de la facultad que había conseguido gracias a un hermano suyo una entrada especial. Sin duda era un gran club, todo muy espacioso y para nada tan lleno como en el que estábamos. Después de un rato comencé a notar que sobraba, Violeta estaba encantada con Jim, la veía reírse de aquellos chisten tan malos que solía contar para ligar. Estaba empezando a ver química entre ellos, así que cogí mi bolso y me despedí de ellos, alegando que al día siguiente tenía que hacer muchas cosas y como siguiera allí no iba a ver nadie que me levantase.

Salí del local, me monté en mi coche, y bueno no era muy tarde, la noche era joven pero donde iba a ir yo a estas horas y sola. Podía haber ido al Night Club, pero seguro que no podría entrar, o buscar a mis amigos, pero a esta hora nadie me iba a coger el móvil. Arranqué y me dirigí a casa. Por el camino pasé por la casa de los Gadner, el coche de mis padres seguía allí; mañana mi madre me llamaría diciendo que no fuera a comer con ellos, que no estaban para nadie, seguro tendrían un resacón muy bueno. Continué hasta mi casa.

Entre, subí las escaleras, y me eché sobre la cama, no tenia ni cuerpo para quitarme nada. Me quedé dormida, pero sonó el móvil, con lo que me desvelo. Lo miré, era un número que desconocía, quien seria a esa hora, la 5:30 de la mañana.
- Si, ¿dígame?
- Celia, eres Celia.
- Si lo soy, ¿dime, quién eres?
- ¡Soy Mike!
- Ah hola Mike, ¿dime qué ocurre? ¿Ha pasado algo?
- No, no. ¿Estás con Jim? Es que lo llevo llamando un buen rato y no lo coge.
- Está con Violeta, yo les dejé en el SoSo club
- Ah!!, no estas con ellos, bueno entonces nada, te dejo que sigas con tu marcha nocturna
- No importa – estaba en casa y calentita y me había quedado dormida,- ya estoy en mi casa. ¿querías algo más?
- Upsss, disculpa estabas dormida seguro, lo siento. Bueno te dejo dormir. Que tengas dulces sueños. ¡¡¡Adiós!!. – Colgó.

Vaya que pintas debía de tener, me levanté, me quité la ropa y la dejé colgada. Me quite las joyas, me desmaquillé, me quité las horquillas y me atusé el pelo, me coloqué el camisón y me fui a la cama a seguir durmiendo un rato más.

Comenzó otro domingo más, pero algo distinto al resto de los demás, me dolía la cabeza y el sol me molestaba, hasta el sonido del aire era molesto en aquel instante. Me encontraba tan cansada y perezosa, no me apetecía moverme de la cama. Me di la vuelta e intente dormir un rato más, el tiempo pasaba y seguía despierta, ya me cansé hasta de estar en la cama, me levanté mire el reloj era un poco tarde casi la hora de la comida. Baje al salón, llamé a mis padres, mi madre contestó.
- Mamá, soy Celia, ¿que tal, como acabasteis anoche?
- Uff, ni te cuento estuvimos hasta bien tarde, estuvimos charlando de tantas cosas, tantos recuerdos. Hacia tanto que no me lo pasaba tan bien.
- Me alegro mami. Me visto y en un rato estoy allí, ¿vale?
- Mi niña mejor que no vengas, tu padre aún anda dormido, bebió demasiado. Y yo tampoco estoy para meterme en la cocina, mejor vete a comer con alguna amiga.
- Vale, yo también estoy algo cansada. Anoche me lo pase genial con Violeta, es encantadora, nos fuimos a bailar y creo que me duele hasta el ultimo hueso. Creo que no saldré, me quedare descansando.
- Hicisteis buenas migas, jaja. Bueno y que tal con Jim, y los demás.
- También me parecieron todos muy agradables… - que quiere que le diga que alguien me tenia que haber caído mal.
- Y ¿no salisteis juntos?- ya se estaba poniendo en plan interrogatorio.
- Pues ¡no! Ni falta que hacia… - no tenía ganas de dar explicaciones – bueno mami te dejo. Por la tarde me paso un rato.
- Adiós pequeña.
- ¡¡Adiós!!

Fui a la cocina y abrí el frigorífico, haber que podía hacerme, la cosa no estaba muy bien, tenía que haber ido al mercado, ya sabia que se me olvidaba algo que tenia que haber echo ayer. Pues nada, llamé a un par de amigas pero todas tenían planes. Pues me tocaba irme a comer fuera, me vestí con uno vaqueros, una camiseta y los botines, una coleta y a la calle. Me apetecía andar, así que fui calle arriba, dirección norte, gire a la derecha hasta el ‘Bar Loles’, estaba llenísimo, me iba tocar esperar. Después de casi media hora, por fin conseguí un sitio dentro del bar. El camarero me tomo nota y en poco tiempo me trajo el pedido, comí y pague, y volví a casa. Llegue, y me eche en el sofá, encendí la tele y cambie de canal hasta encontrar algo que mereciera la pena ver, opte por poner un canal de documentales, en concreto había uno sobre los años 1920… así que lo estuve viendo hasta que el sueño se apodero de mí.
¡Celia! – grito alguien desde el exterior. Me sobresalte del sofá, cuanto abría dormido, era de noche. – ¿Celia, estas ahí? – volvieron a gritar.

Fui corriendo hasta la puerta y abrí, era Ronnie. Su cara se relajo al verme. Le hice pasar, venia a buscarme para darme un recado de su hermano. Dijo que me habían llamado a casa, pero yo no cogía el teléfono, claro estaba dormida. Me dijo, que Jim se había tenido que marchar a media tarde de vuelta a la ciudad donde trabajaba, que le ofrecían un dinero curioso por sustituir a un compañero durante un mes. Y claro no podía rechazarlo así que se había ido. Que sentía mucho no poder ir conmigo el miércoles, pero que en un papel me había dejado unas indicaciones. Ronnie me las dio y luego se marcho. Abrí la nota y solo había apuntado: “666999333, llama es importante. Jim.” Que quería decir con que es importante, habría pasado algo, y no se lo había contado a su hermano. Durante la cena le di mil vueltas a la cabeza, pensando que podía ser, pero que me quería decir con la nota.

Acabe de cenar, me fui al despacho y me conecte al ordenador. Miré el correo, pero no tenia noticias suyas. Cada vez me inquietaba más, pero si quería que llamase porque no me llamaba él, o porque no me lo había escrito un correo o me había vuelto a llamar para decírmelo. Cogí el teléfono marque y espere a oír el tono, nadie lo cogía, colgué. Espere un rato y volví a llamar, un rato esperando pero no me lo cogían. Seria un móvil suyo y no podía cogérmelo, por dios que ha pasado. Hice un último intento, marque y espere, y espere, y por fin descolgaron.
- ¡Si! – me resultaba familiar esa voz.
- Hola, soy Celia. – que mas digo…
- Celia, celia creo que se ha confundido de teléfono. – Colgó.
Me ha colgado, no era Jim, pero su voz, quien era. Volví a llamar.
- Si - volvió a responder.
- Soy de nuevo Celia, pero por favor no cuelgues, mi amigo Jim me ha dicho que llamase a este numero, que era importante.
- Jim, ah Jim…perdona deberías haber empezado por ahí. Hola Celia, soy Robert.
- Rob…Robert – que corte, me sonroje.
- Celia, supongo que será por lo del miércoles, es que no voy a estar en la ciudad, me ha surgido un problema y tengo que irme antes.
- Ah vale, no hay problemas otra vez que vengas me enseñas tus fotos.
- Pues entonces déjame tu teléfono o tu mail para poder contactar contigo, ¿no?
- Ah, si claro, si no, no me localizas, aunque paro mucho en la cafetería de tus padres. Tienes para apuntar
- Si, dime.
- El mail es fueni_luna@gmail.com, y el teléfono 691123369.
- Bien apuntado. Te mando un correo para que tengas mi dirección de mail.
- Vale, bueno disculpa por la hora de la llamada y por el mal entendido. Adiós
- Adiós.

En breves segundos recibí un correo de robert.cullen@gmail.com, solo decía que le respondiese, si yo era la chica que fue a tomar el aire cinco minutos y un poco más y no vuelve. Que gracioso, no, bueno pues si el estaba chistoso yo más. Respuesta: “La chica que casi no vuelve, estuvo esperando al chico que amenazo con buscarme y no vino, fue un cobarde.” Cerré el ordenador y me fui echando chispas, porque Jim haría algo así, porque no me había dejado un mail explicándome todo esto. Y encima, Robert estaba guasón aquella noche. Me metí en la cama, puse el despertador y a esperar que el día siguiente no me acordará de nada de lo sucedido en el fin de semana, no fue tan bueno como esperaba.

1 comentario:

aurorabg dijo...

como me gusta encima robert tiene sentido del humor, jejejejejej
felicidades guapa